Sigmund Freud y el porvenir de la ilusión

Sigmund Freud

Nace el 6 de mayo de 1856 en Freiberg un pueblo situado a 250 km de Viena, abandona Austria en 1938 a causa de la invasión nazi, se establece en Londres, donde muere en 1939 debido a un cáncer de boca.

 Fue un médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX.

Freud dice que el comportamiento de una persona está profundamente determinado por pensamientos, deseos y recuerdos reprimidos; según su teoría, las experiencias dolorosas de la infancia son desalojadas de la conciencia y pasan a formar parte del inconsciente, desde donde pueden influir poderosamente en la conducta.

EL PORVENIR DE LA ILUSIÓN

Este pequeño párrafo de su obra lo podemos dividir en tres partes:

(de las líneas 1-4) Freud nos define las ideas religiosas como ilusiones, es decir, no vienen del sentido sino del pensamiento.

 (De las líneas 5-8) hablamos sobre el origen de dichas ideas religiosas, la religión nace de los sentimientos infantiles de inseguridad y la necesidad de tener un todopoderoso que lo defienda y le guie.

(De las líneas 9-12) por ultimo tenemos la orden moral universal la cual justifica todo como parte de un plan divino y que lleva más allá del infinito todos los deseos humanos.

Así pues Freud sostiene que nos inventamos la religión porque la vida es una experiencia dura de enfermedad, envejecimiento, sufrimiento y muerte, y necesitamos un “analgésico” para sobrellevarla. Así nos inventamos un Padre celestial que nos cuida siempre, cuando en realidad, lo que deberíamos hacer es superar las neurosis de inventarnos un padre y asumir la vida tal cual es.